Elías, de 13 años de edad, logró conmover a todo el auditorio, incluyendo al Presidente mismo. Compartimos también, el video del discurso de Calderón, en donde se ve que el mandatario modificó su discurso original para responder a lo que el joven Elías le habría dicho.
Cabe mencionar que el lunes por la noche, Elías estuvo con nosotros en "El Aleph, la Voz Judía de la Radio". En los próximos días, subiremos el podcast del programa.
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Ciudadano Felipe Calderón Hinojosa, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.
Representantes de Organizaciones y Comunidades judías de México,
Señores y Señoras:
Con mucha emoción y gran respeto les saludo hoy en nombre de los jóvenes judeo-mexicanos.
Hace sólo unas semanas, ante las personas que me acompañaron en la celebración de mis 13 años, fecha ante la cual me comprometí a seguir las leyes del judaísmo, expresé mi agradecimiento a México, país que recibió a mis bisabuelos hace 100 años, permitiéndoles disfrutar de libertad, trabajo y de tolerancia religiosa para que ellos pudieran construir su futuro y el de las nuevas generaciones.
Hoy, reitero una vez más, que me siento profundamente orgulloso de ser parte de un país con estas características y como mexicano presumir de tantas cosas que México nos ofrece, su belleza, cultura, historia, su gente y su rica comida y porque a mí, me ha permitido estudiar, estar al lado de mi familia y vivir como un niño judeo-mexicano sin ninguna dificultad.
En la escuela se me ha enseñado que el Libro: “Tratado de Principios”, la ética judía, basa el mundo en tres pilares: Torá, Avodah y Gmilut Jasadim. Es decir, en el estudio, el trabajo y las buenas acciones.
Sr. Presidente, como hijo de esta nación y siendo, en estos momentos, VOZ de los niños de mi edad, quisiera pedirle que ningún niño mexicano se quede sin la oportunidad de estudiar, porque cada vez que veo a uno de ellos en la calle, pidiendo limosna, lavando los parabrisas de los coches o jugando al payaso para poder comer, mi corazón se entristece.
El 2º principio, el del trabajo, nos preocupa mucho Sr. Presidente. Me imagino que cada vez que un niño llega de la escuela y se entera que su mamá o papá no encontraron trabajo y que PELIGRA la comida de cada día y el techo de la casa, nos afligimos y nos angustiamos por no poder ayudar a nuestros padres. Por esta razón Sr. Presidente le pedimos que nuestros padres no se queden sin trabajo, porque si tienen trabajo, habrá menos inseguridad y mayores posibilidades de que los hijos seamos más felices.
Y el último principio el de las “buenas acciones”, nos daría la posibilidad de ser hombres productivos y justos, y de esta manera DEVOLVER a nuestro querido México, como dijo Albert Einstein, “el EQUIVALENTE de aquello que hemos recibido” y con eso México, podrá sobresalir y reflejar al mundo la imagen que merecemos.
Por eso, quisiera que Usted tomara en cuenta que, como jóvenes, estamos comprometidos con nuestra patria y que queremos convertir nuestros deseos en acciones. Y yo, ELIAS, personalmente me ofrezco a trabajar con USTED y dar lo mejor de mi mismo, sólo llámeme y estaré a su lado apoyándolo.
Sr. Presidente fue un honor para mí, el que Usted y toda la concurrencia, me hayan escuchado.
Gracias.
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